No olvides jamás lo que a mi me costó toda una vida aprender...sólo tenemos un corazón y hay que serle fiel.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Una de dos, o me voy contigo o muero de dolor no sé que me pasa ¿qué tendrá tu amor?


¿Qué era el amor? El amor era aquello que empezó a surgir el día que te conocí, cuando me acompañaste a casa a las seis de la mañana, lloviendo, sin chaqueta ni paraguas. Lo que empecé a sentir cuando a pesar de todo el sueño que teníamos nos quedábamos hablando en la madrugada; cuando desnudaste tu alma y me contaste tus problemas e inquietudes. El amor era la tristeza que sentí cuando supe que había que esperar más para verte. El amor era meterme dentro de tus ojos verdes y ver toda tu inmensidad; el amor era mirarte y saber lo que pensabas. Lo que crecía y crecía a cada segundo que pasaba contigo.  Y lo que yo sentí al verte otra vez. El amor eran las ganas de hablar contigo. Las ganas de verte de nuevo. Los días pasaron y de pronto, el amor empezó a transformarse en incertidumbre, en sufrimiento, en esperanza. Más tarde, el orgullo se lo acabó llevando todo: tus ojos, tu risa, tus manos, tu boca, las conversaciones nocturnas, el sexo, las ganas de verte, la esperanza... y el amor. 


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